Cuenco tibetano, tesoro y milagro "terapia vibracional"

Terapia vibracional: la medicina de la Nueva Era

Según la leyenda, el hierro con el que se fabricaron los primeros cuencos tibetanos pertenecía a los meteoritos encontrados en las cimas de las montañas del himalaya, pero mas curioso aun es que su verdadera utilidad era ocultada, afirmando que solo eran recipientes utilizados para comer, sobre todo por las mujeres embarazadas quienes obtenían de ellos pequeñas dosis de minerales para mantener las cantidades necesarias para su correcta nutrición.

Estos recipientes son hechos a mano y tienen la extraña e impresionante capacidad de vibrar durante minutos en 5 tonos diferentes, bien sea de manera simultanea o individual, sonidos que debían ser puros y universales, pues eran usados como ofrendas a los dioses. A{un mas sorprendente son aquellas historias que cuentan que los altos llamas los usan en rituales para viajar a otras dimensiones y como herramientas de sanación, relajación celular, inducción de transes y balance del campo de energía corporal. Si el cuenco se coloca sobre tórax o abdomen, el sonido de su vibración se transmitirá al sistema esquelético de todo el cuerpo a través del agua de nuestro organismo, lo cual produce una sensación única y vigorizante. De igual modo, también son utilizados como instrumentos musical y para hacer terapias, yoga y meditación.

Actualmente, también están siendo usados por la medicina complementaria para aplicar la terapia del sonido o vibracional, lo que produce excelentes resultados a nivel físico, mental y emocional.

Vida armónica y cuerpo sano

Cada mínima parte del cuerpo vibra en determinada frecuencia. Cuando un órgano esta sano su vibración esta en armonía con el resto del cuerpo, pero si esta frecuencia se altera se rompe la armonía y aparecen las enfermedades. Sin embargo, gracias al principio de resonancia, sabemos que existe la posibilidad de cambiar estas frecuencias alteradas al transmitirle otras al organismo, lo que confirma la teoría de que el sonido es terapéutico.

Los cuencos de cuarzo emiten un modelo de onda alfa, tal como produce el cerebro cuando el cuerpo se encuentra en la profunda calma, estado en el que aumenta considerablemente la producción de linfocitos T, responsables del sistema inmunológico.

Tanto el sonido de los cuencos de cuarzo como el de los tibetanos equilibran nuestro organismo energéticamente y limpian nuestros chakras y campo áurico, mientras que la vibración, al repercutir en la columna vertebral, tiene la capacidad de aliviar contracturas musculares, fracturas, artrosis y demás problemas óseos, así como mejorar la circulación, ayuda a disolver o expulsar los cálculos renales y optimizar nuestro estado neuronal.

¿En que consiste la terapia con los cuencos tibetanos?

Consiste en masajear el cuerpo a través de los sonidos emitidos por el cuenco cuando este es golpeado con una baqueta de madera, lo que produce vibraciones armónicas y sanadoras. El paciente debe estirarse sobre una camilla, cerrar los ojos y concentrarse en el sonido emitido por estos elementos metálicos.

¿En qué se basa esta terapia? 

Cualquier terapia sonora esta basada en el principio de resonancia, el cual afirma que una vibración mas intensa y armónica contagia a otra mas débil, disonante o no saludable. Ademas, el sonido modifica nuestras ondas cerebrales, ayudándonos a entrar en otros niveles de conciencia donde son posibles los estados de sanación espontanea.

¿En que nos puede ayudar a terapia con cuencos tibetanos? 

Expertos en terapias de sonido aseguran que estos son capaces de aliviar el dolor, logar la cura de muchas enfermedades como la auto-destrucción de las células cancerosas y disminuir inflamaciones, así como producir paz, relajación y serenidad, eliminar el stress, insomnio, depresión y ansiedad, aumentar la creatividad, concentración, tener mayor claridad mental y mejor visión de futuro, lo que obviamente se traduce en una persona mas centrada, feliz y productiva. De igual modo, los cuencos tibetanos pueden mejorar la visión, equilibrar los hemisferios cerebrales y el sistema endocrino, aliviar la sinusitis y los dolores de cabeza, aflojar y destensar los músculos, aumentar las defensas del organismo, descongestionar, cambiar los ritmos de nuestras ondas cerebrales y también el latido de nuestro corazón y respiración.